Ante un suceso vital que trastoca toda tu vida, es normal verse incapaz de salir adelante.

Seguro que más de una vez te has sentido perdidx, sin valía y sobre todo sin ganas de hacer nada para solucionarlo.

Vives en la apatía, en la tristeza, nada te motiva, llegando incluso a caer en la depresión. 

Te lo comento, porque sé de lo que hablo.

Esto me pasó a mi cuando aún estaba estudiando en el instituto.

Estaba en 5 º curso, me había quedado una asignatura y tenía que repetir el año completo.
Entré en una profunda crisis existencial.

¿Qué iba a hacer con mi vida?
No podía seguir estudiando lo que quería, por aquellos entonces, periodismo.
Quería salir del hogar familiar para poder encauzar y diseñar mi propio camino.

Como dije antes, puedes caer en una depresión, que fue lo que me pasó a mi y me llevó directamente a la consulta del psicólogo.
Creo que ahí empezó mi gran pasión por la psicología.

Esta situación la viví con 18 años, que es la edad donde por naturaleza pueden surgir estos conflictos.
Aunque yo no estoy de acuerdo.

No fue a esta edad donde supe que tenía que plantear mi proyecto personal.

 En mi caso, me planteé mi plan y posterior proyecto de vida a raíz del nacimiento de mi hija.

Puedes leer el post donde te lo cuento.

proyecto de vida

Saca lo mejor de ti y haz tu plan de vida. Piénsalo. 

Este fue mi caso, pero se pueden dar muchas circunstancias donde necesites una guía para poder seguir hacia delante:

  • Te puedes plantear cambiar un trabajo donde en un principio pensabas jubilarte, pero a día de hoy no te aporta nada.

  • Llevas 15 años casada y de repente tu marido se ha ido con otra. Tú te quedas con los niños y el perro y sin saber qué hacer.

  • Deseas estudiar la carrera de tus sueños y no sabes si serás capaz.

    • Te planteas tener hijos sola, es decir, maternidad monoparental por elección. Aquí tienes tú toda la responsabilidad, y puede ser una carga muy pesada, aunque lo desees de corazón. Por experiencia, te recomiendo que lo tengas todo bien atado.

  • Quieres emprender un trabajo en casa para poder estar más tiempo con tu hijo.                                                                                                                                         Así puedo seguir hasta aburrirte, que no es mi intención.

Lo que quiero proponerte es que analices, tranquila y detenidamente, las razones por las que en un momento dado te quedas justo donde no quieres estar, sin hacer nada por evitarlo.

Mis 7 motivos fundamentales para sentirte perdida

1.No profundizas y atiendes a tus emociones.

Escucha a tu cuerpo cuando te sientes mal, te duele la cabeza sin razón, discutes sin motivo o sientes que  estás enfadada con el mundo.

Presta atención cuando sientes fatiga crónica, es un síntoma de que algo no va bien.

2. Crees sin cuestionar lo que te han contado en los cuentos de hadas, lo que has visto que han hecho tus padres e incluso lo que sabes dentro de ti que no está bien, pero como es lo “normal”…

Te pido, deja de vivir el camino que otros han dibujado para ti, detente y pon en duda todo con lo que no estés de acuerdo.

3. Te da miedo salir de tu rutina, es decir, de tu zona de confort.

No te escudes en un “no me muevo, que puedo fracasar y es peor”. Te puedo decir con seguridad que el no hacer nada te inmoviliza aún más.

[pullquote]La acción requiere de planificación y más acción.[/pullquote]

4.  No crees verdaderamente que puedas conseguir tus sueños e incluso, te da vergüenza contarlos. Cree en ti, es lo que te puedo decir, así de simple.

Te prometo, que yo me lo digo a mi misma: “Yo, puedo”.

5. Te rindes a la primera de cambio.

En el primer bache que te encuentras en el camino, te bajas del coche y abandonas.

Aquí tienes que reforzar tu fuerza de voluntad.

6. Tus padres han dejado al azar o al destino los primeros pasos de tu caminar en la vida.

Si tienes una deuda con tus padres, te invito a que leas este libro,

Padres Tóxicos,

Padres tóxicos
Proyecto de vida

El escritor se llama José Luis Canales, cuenta la historia de su infancia, con unos padres que él identifica como tóxicos y el daño permanente que sufrió a lo largo de su vida que desembocó en una situación muy difícil.

Fue en ese entonces que tomó conciencia del cambio que necesitaba hacer para reconciliarse con su pasado y con sus padres.

El legado de una infancia tóxica es fácil de reconocer pero difícil de interiorizar y superar. Nuestros padres dejan semillas emocionales en nosotros.

En algunas familias, éstas son de respeto, amor e independencia, pero en otras, son de miedo, culpa y autocastigo.

Si te identificas con el segundo grupo, necesitas entender el legado nocivo de tus padres y comprometerte a cambiar los pensamientos dañinos que te marcaron, dejar ir las emociones negativas que rigen tu vida y reconocer que, mientras no te liberes de las enredaderas de tu infancia, vivirás un ciclo autodestructivo.

 En este punto, como madre, siempre intento romper una lanza a favor de los padres.

En todos estos años que llevo formándome, no he leído un solo libro, artículo etc sobre el tema padres-hijos, que exima a los padres de la responsabilidad que tienen sobre sus hijos en todas las áreas de su vida y del daño profundo que puede causarle una educación sin amor y sin apego seguro.

Te pido encarecidamente que seas consciente de la importancia de tu papel como guía positivo en la crianza de tus hijos.

Aquí te dejo este enlace que habla del apego seguro mediante el juego.

7. Subestimas la validez de un proyecto de vida y lo que te puede aportar.

Como te comentaba, cuando empecé a cuestionarme mi vida, hacer alrededor de 11 años, empecé a buscar información, investigar y a formarme.

Encontré de todo, los que te prometen la clave del éxito en una semana, los que sólo con desearlo te suceden las cosas, otros que todo lo puede la Fe divina…

Al principio pensaba que estaba relacionado, pero definitivamente no tiene nada que ver.

El plan y el proyecto de vida, hablan de enfrentarte a ti mismo, conocerte, traducir tus sueños en objetivos y ponerlos en práctica con todas las herramientas de las que dispongas.

No te voy a negar que puede ser frustrante, pero te aseguro que con dedicación y paciencia conseguirás lo que te propongas.

Ya lo dice este proverbio:

[pullquote]“Más hace el que quiere que el que puede”[/pullquote]

Es una cuestión de buenos hábitos en base a tu personalidad, creencias y a cómo quieres desarrollar tu vida en un tiempo limitado.

Si, créelo, no tienes todo el tiempo del mundo.

Te dejo esta pregunta en el aire, me gustaría, de verdad que la contestes.

 

¿Te parece una tontería pararte y pensar en tus miedos, tus fortalezas, tus sueños y en cómo harías para conseguirlos escribiendo todo en un papel?

Espero tus comentarios.

María G. Morillo.

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