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El duelo complicado, divorcio no resuelto o duelo postergado se llama al hecho que después de una separación te mantienes en una conducta desadaptada con respecto a la nueva estructura familiar que se desarrolla después de la separación.
Es decir, te quedas atrapado/a en alguna fase del duelo adaptativo, sintiendo que no consigues una vida plena y feliz en tu nueva situación.
El duelo complicado , divorcio no resuelto o duelo postergado se llama al hecho que después de una separación te mantienes en una conducta desadaptada con respecto a la nueva estructura familiar que se desarrolla después de la separación.
El duelo complicado por separación
Al principio, uno de los puntos más destacados, es que sueles tener activa la fantasía de reconciliación y de querer prolongar el vínculo emocional con tu ex- pareja, volviendo a estar juntos y volviéndose a separar una y otra vez sin llegar a solucionar los problemas.
En este punto, también podemos hablar de CODEPENDENCIA.
Esta conducta entorpece el proceso de duelo tuyo y del otro miembro y hace mucho daño a tus hijos.
En estas condiciones es muy difícil mantener una posición cooperadora por el bien de todos.
Verás con frecuencia en los divorcios no resueltos,las guerras y los celos patológicos hacia la relación nueva del otro miembro, que sí ha transitado de manera efectiva su duelo y quiere rehacer su vida.
El duelo complicado puede cursar e incluso se puede confundir con patologías como la depresión y la ansiedad; pero bueno, no adelantemos acontecimientos.
Diferencia entre el duelo por muerte y el duelo por separación o divorcio.
La muerte es por definición, una situación irreversible, en tanto que el divorcio no, sin embargo la intensidad del proceso emocional puede igualarse.
Con frecuencia, el duelo complicado por divorcio o separación es más difícil de elaborar que el duelo por muerte.
Hablo de no poder soportar la idea de perder a su amado/ amada.
Como decía al principio, puedes refugiarte en la fantasía de reconciliación como una forma de evitar el dolor que conlleva la aceptación de la pérdida, actuando como un mecanismo de defensa y evitación que no te va a permitir la elaboración del duelo normal.
El duelo en pérdidas importantes en un proceso muy duro desde el punto de vista emocional.
Por tanto, si encuentras una manera de eludirlo, no es de extrañar que trates de poner en marcha mecanismos inconscientes de defensa ante la angustia y el dolor .
Hay casos en que la duración del duelo puede ser mayor en la pérdida tras el divorcio que por muerte.
Autores que hablan de un duelo normal tras muerte de unos 18 meses, pero por divorcio puede ser incluso mayor de 3 años.
Este incremento en la duración puede darse por numerosas circunstancias:
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La no aceptación de la pérdida.
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El duelo por separación puede prolongarse, si empiezas a auto-engañarte: otras veces ha hablado de divorciarse y hemos seguido juntos , es una reacción excesiva seguro que pronto se le pasará…
Estas son algunas de las razones que puedes imaginarte para evitar la tristeza y el dolor de la pérdida todas ellas basadas en la posibilidad de volver a estar juntos.
Esto lo alimentas si vuelves a tener contacto con tu ex-pareja y sí especialmente estos contactos incluyen relaciones sexuales.
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También pueden aparecer sentimientos de culpa. Eso dificulta el proceso de elaboración del duelo. Especialmente cuando cuando crees que es tu conducta la principal causa de la separación por infidelidad, maltrato, enfermedad…
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Otra de las posibles causas de la mayor duración de proceso de duelo por divorcio o separación, pasando al duelo complicado, es la ausencia de rituales facilitadores de apoyo económico y socio-familiar lo que no ocurre tras el duelo por muerte.
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En el duelo por muerte suele haber numerosos actos sociales que facilitan dichos rituales, la expresión socio-familiar de apoyo y afecto, el respaldo económico de forma de pensión… El caso del Divorcio ocurre exactamente lo contrario, no se han desarrollado rituales que ayuden en el proceso, se carece de apoyo socio-familiar en muchas ocasiones, incluso se reprueba esta conducta. Las presiones económicas son la constante para ambos durante y después de la separación.
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Los mecanismos de apoyo social están pensados para facilitar la continuidad de la familia nuclear y no para su desarticulación.
Riesgos del duelo complicado
Hay una serie de indicadores que te pueden decir si eres más propenso/a a padecer un duelo complcado.
La valoración del riesgo implica tres categorías de información:
1.Características de la separación:
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Falta de conocimiento de la pareja
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Falta de adaptación a la convivencia
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El no ser fieles mutuamente o uno en concreto
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Enfermedad prolongada
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Maltrato
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Machismo
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Alcoholismo
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Las amistades
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El abandono de la casa
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Los celos hacia su pareja o hijos
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La libertad mal entendida
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La extrema relación con los padres
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La economía
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Poca habilidad en la resolución de conflictos entre la pareja y los hijos
No suelen darse por separado, se dan una combinación de varias características.
Actualmente se está dando una situación bastante dañina, que es acabar con la relación por las redes sociales.
En gran cantidad de casos sin dar explicaciones y sin la posibilidad de verse cara a cara.
Esta forma de actuar te puede hace aún más difícil el poder elaborar tu duelo y avanzar en el proceso.
2.Características de la persona:
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Fase del ciclo vital: especialmente si estás en la adolescencia, una persona anciana, o una madre viuda o separada , tienen especiales dificultades para volver a rehacer su proyecto de vida.
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Historia de pérdidas previas, especialmente no resueltas: infidelidad, divorcio,abortos, muertes…
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Factores estresantes concurrentes: tensiones familiares, problemas económicos o laborales, insatisfacción personal , abuso de alcohol o psicofármacos.
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Enfermedad física o mental: especialmente si hay problemas de salud mental que han requerido tratamiento psiquiátrico o psicológico, o historia familiar de trastornos psiquiátricos.
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Intenso sufrimiento antes y durante el proceso de separación.
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Mala adaptación inicial a la situación, expresada como sufrimiento emocional intenso o depresión severa. Es decir, negación rotunda ante la separación.
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Incapacidad o limitación en el uso de las estrategias de afrontamiento: como:
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* cuidado físico,
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* no identificas aspectos importantes del proceso de duelo,
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* hay una búsqueda de significado en la pérdida,
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* no existe modulación del sufrimiento del duelo,
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* diferenciación inexistente entre dejar ir y olvidar,
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* o no acceder a las ayudas disponibles.
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Soledad, puedes querer recluirte y evitar a amigos y conocidos.
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Poco control interno sobre las creencias; por ejemplo, sentir que no controlas tu propia vida y que todo lo peor te pasa a ti.
3. Relaciones interpersonales:
- La disponibilidad de apoyo social, especialmente si las personas que te
rodean no te apoyan o tú lo percibes así, las percibes como que no te entienden o poco amistosas.
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Responsabilidad de hijos
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Nivel socio-económicos bajos
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No tienes una persona de confianza con quien compartir tus sentimientos, dudas, preocupaciones o cuestiones existenciales.
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La experiencia del duelo altera tu red de apoyo social; por ejemplo,no encontrarse con tus viejos amigos con la misma frecuencia que antes dela separación.
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No estás satisfecho/a con la ayuda disponible durante la separación.
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El apoyo de familiares y amigos durante el inicio de la separación fue bueno,pero después disminuyó.
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Relación ambivalente o dependiente con la ex-pareja.
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Tienes una familia con bajos niveles de cohesión, comunicación y capacidad para resolver conflictos.
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Tener proyectos truncados que actúa como factor estresante.
El peso de los diferentes factores que facilitan el duelo ha sido poco investigado.
Criterios diagnósticos del duelo complicado o ¿Cómo te vas a sentir ante un duelo complicado?
Como he ha mencionado antes, la principal dificultad del duelo complicado es su detección, siendo necesario discernir cuándo un síntoma es manifestación de una elaboración normal de un duelo y cuándo forma parte de un proceso de duelo complicado.
Para diagnosticar el duelo complicado —denominado ahora Trastorno por duelo prolongado se pueden usar los siguientes criterios, propuestos por Prigerson et al. (347) para ser incluidos en la quinta edición del Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (DSM-V) de la American Psychiatric
Association.
En un intento de que se reconozca el duelo complicado como un trastorno mental específico y no como una subcategoría, como ocurre actualmente en el DSM-IV:
Se hace una revisión del duelo patológico de Lacasta y Soler .
Criterio A:
Estrés por el distanciamiento afectivo que implica la separación.
Presentar, cada día o de forma acusada, 3 de los 4 síntomas siguientes:
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Pensamientos intrusivos (que entran en la mente sin control) acerca de tu ex-pareja.
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Punzadas de dolor incontrolable por la separación.
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Añoranza de la ex- pareja (recuerdo de su ausencia con enorme y profunda tristeza).
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Conductas de ira y auto-destructivas, aún sabiendo que el daño es para ti.
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Sentimientos de soledad como consecuencia de la separación.
Criterio B:
Estrés por el trauma psíquico que supone la separación/ divorcio.
Presentar, cada día o de forma acusada, y como consecuencia de la ruptura, 4 de los 8 síntomas siguientes:
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Falta de metas y/o tener la sensación de que todo es inútil respecto al futuro.
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Sensación subjetiva de frialdad, indiferencia y/o ausencia de respuesta emocional.
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Dificultad para aceptar la realidad de la separación.
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Sentir que la vida está vacía y/o que no tiene sentido.
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Asumir síntomas y/o conductas perjudiciales de la ex-pareja, o relacionadas con ella.
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Excesiva irritabilidad, amargura y/o enfado en relación con la separación.
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Sentirse como «atontado/a», aturdido/a o conmocionado/a.
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Intento de rechazo a todo lo que le recuerda su ex-pareja.
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Sensación de incapacidad de confiar en los demás.
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Sentirte mal porque tu ex-pareja a rehecho su vida.
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Confusión acerca de cuál es tu papel en la vida.
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Tener alterada la manera de ver o interpretar el mundo.
Criterio C: Cronología
La duración de los síntomas mencionados debe ser de al menos 6 meses.
Criterio D: Deterioro
El trastorno duelo complicado causa un importante deterioro de la vida social, laboral o de otras actividades significativas de la vida de la persona en duelo.
Está asociado a psicopatologías como la depresión, el estrés post- traumático y ansiedad- fobias.
Duelo complicado podemos distinguir varios tipos de duelos:
El duelo patológico es el que se aleja de la relación saludable con la pérdida o separación, metafóricamente hablando, te puedo decir que es el proceso de cicatrización en el que la herida nunca llega a sanar.
Proceso de cicatrización en el que la herida nunca llega a sanar.
La mayoría de los duelos patológicos suceden como consecuencia de alguna de estas distorsiones;
– Tu duelo nunca empieza
– Se detiene en alguna de las etapas
– El duelo progresa hasta un punto y regresa hacia alguna etapa anterior.
– Se atasca intentando evitar una etapa
Más abajo te puedes descargar la check-list de 7 pasos en el proceso de duelo, para saber en qué fase estás y cuál sería el siguiente paso.
Es importante dejar claro que lo enfermizo no aparece porque estás en duelo, sino que aparece junto al duelo, señalando que el duelo complicado es normalmente la expresión de una patología previa; es decir, hay algo que te está complicando desde antes y que ahora sale a la luz por el proceso de separación que estás pasando.
Si antes tenías tendencia a manifestar pensamientos negativos, a hundirte en la tristeza y presentar distimia, ser ansioso/a ante situaciones poco comunes, hay que tenerlo en cuenta a la hora de pasar un proceso de duelo del tipo que sea (separación, trabajo, muerte…, ya que te va ser más complicado salir sin terapia o counselling.
Propuesta de Tipos de duelo complicado:
Begoña Ramos González
Es la que más me gusta y está ajustada al duelo complicado por separación.
DUELO “SANO”:
Sería todo proceso de duelo que independientemente de las fases que incluya, o la duración de éstas, sigue su curso y conduce a la aceptación de la pérdida.
No hay estancamiento en ninguna fase, y si permaneces en alguna un tiempo mayor suele ser porque necesitas procesar más aspectos que tienen que ver con las emociones de esa fase.
No se puede considerar patológico a si estás meses triste y con mucho dolor.
Si examinando tus circunstancias, tu pareja te dejó por sorpresa, tenían una relación estupenda y además estabas muy enamorado/a de esa persona o creías que era “la pareja ideal”.
Tampoco se podrá considerar enfermizo un duelo donde la emoción que prevalezca durante mucho tiempo sea la ira y el rencor.
Si la relación se ha acabado rodeada de mentiras, infidelidades, y por ejemplo en esas situaciones donde cuando se acaba, la otra persona ya tenía todo previsto y atado para salir favorecida tanto económica como personalmente.
Lo que te puede ayudar a ver si estás estancando/a o no en alguna fase, no es tanto el tiempo, sino las circunstancias y características específicas tuyas:
-cómo estás procesando esas emociones (qué te dices?, son siempre las mismas cosas?)
-si has entrado en círculos “viciosos”
-si los pensamientos son obsesivos, auto-destructivos o distorsionados
-si empiezas a elaborar soluciones
-si tienes alguna perspectiva más positiva de tu futuro, etc.
DUELO RETRASADO
No tiene por qué ser un tipo de duelo, puede ser simplemente una fase previa a un duelo sano, es sólo que tardas más en empezar a elaborarlo, y si es demasiado largo, encajaría más con duelo ausente, ya que no se ha empezado el proceso de asimilación y aceptación.
Puedes no darte cuenta cuenta de que lo estás retrasando o lo estás retrasando voluntariamente.
No se considera duelo retrasado, cuando después de la separación no presentas emociones de duelo, pero lo has ido elaborando antes de romper la relación.
Debes saber que si dejas la relación durante el propio proceso de duelo , tiempo después de la ruptura sueles llegar a la aceptación no dolorosa, ya que tú la habías elaborado sabiendo que tu relación no progresaba.
En otros casos, incluso si eres dejada/o, si has estado muy mal en tu relación, o has contemplado la posibilidad de separación, puede que ya hayas pasado por algunas fases y tengas un duelo corto o atípico tras la ruptura.
Voy a poner ejemplos de personas ficticias, que han pasado por un tipo de duelo complicado o Trastorno por duelo postergado para que te hagas una idea mejor de cómo se presentan estos tipos de duelos que requieren de counselling o terapia.
Y tal vez sea para ti más fácil poder identificar tu tipo de duelo.
Marta acudió a consulta tras la ruptura del que ella consideraba el “hombre de su vida”. Se sentía culpable por la ruptura y además, siendo una persona de fuertes creencias religiosas lo veía como un fracaso. Ella había tenido problemas sexuales como falta de apetito sexual durante largas temporadas y además cuando había sexo, las relaciones eran muy complicadas porque le dolía y sólo se sentía cómoda en una postura. Se veía muy inhibida y tímida en el sexo. Para ella no era fácil hablar de esto y solía evitarlo. Él le insistió durante mucho tiempo en que buscaran ayuda profesional, pero ella se vio incapaz y evitaba el tema la mayor parte del tiempo. En realidad no era consciente del duelo, quería solucionar sus problemas sexuales, y ser capaz de hablar y desinhibirse en estos temas. Creía que todavía estaba a tiempo de arreglar las cosas con él. Fueron pasando los meses y ya había trabajado todos los aspectos sexuales, psicológicos y de comunicación que le interesaban, pero seguía pensando que no quería hacer el duelo porque había esperanza. ¿Cual era la probabilidad objetiva que ella estimaba de que volvieran y dijo que de un 5%. ¿Cuánto tiempo tendría que pasar para que hagas el duelo? ella comentó que no era cuestión de tiempo, sino de que él estuviera con otra. Al poco descubrió que estaba con otra persona, pero dijo que aún no quería tirar la toalla, que aquello podía ser una aventura temporal y que como seguían siendo amigos guardaba la esperanza de que viera cuanto había cambiado ella y quisiera darle otra oportunidad. Dij que solo haría duelo, si veía que esa relación era de verdad un compromiso. Aunque era consciente de la importancia del duelo para seguir hacia delante, fue una decisión consciente el aceptar la mínima probabilidad de volver con él. Sabía que era una persona con miedo al sufrimiento y que sólo pasaría por esese dolor si era inevitable. A los meses volvió a consulta. Se había enterado de que él se iba a casar con otra mujer porque querían tener hijos. Estaba enfadada con él y muy dolida, y sentía que tenía que enfrentarse a la realidad. Había pasado más de una año desde que lo dejaron. Estaba relajada, tranquila, y aceptaba esa pérdida (por fin lo “soltaba” como decía). En ningún momento se arrepintió de haberlo retrasado, y creyó que después había sido un duelo más rápido porque ella necesitaba ese tiempo, y además porque en ese tiempo si hubo una pequeña parte del proceso que se fue haciendo.
DUELO AUSENTE
Si te han dejado, hay veces que por miedo al dolor, por dudas, o por negación, no haces el duelo, ya sea de forma consciente y voluntaria, o inconsciente, es cuando sigues con tu vida como si nada.
No sientes las emociones propias de dolor y si aparecen las intentas justificar con cualquier motivo.
También puedes evitarlas con todo tipo de mecanismos distractores que alivien esa emoción.
Haces caso omiso a las somatizaciones que aparecen, y te limitas a intentar seguir hacia delante sin pensar demasiado en el tema. (No tengo tiempo, no puedo desfallecer tengo hijos a mi cargo, no se lo merece…)
Sandra acudió a consulta para pedir ayuda y hacer el duelo. Llevaba cuatro años separada de su pareja aunque seguían teniendo relaciones con frecuencia porque tenían un hijo de siete años. Decía que no lo había retrasado voluntariamente, sino que había tenido muchos altibajos en estos años. Cuando lo dejaron quiso enfrentarse al dolor y pasar página,estaba enfadada y muy dolida, pero ese orgullo y su hijo, le daban fuerzas para seguir. Después se enteró que estaba con otra y empezó a retroceder por miedo. Cuando él la veía alejarse o mal, solía acercarse movido por el cariño o la culpabilidad, y estaba más pendiente de ella, le decía cosas bonitas o le proponía planes para hacer los tres con el pequeño. Ella que lo veía como un nuevo acercamiento se ilusionaba, pero pronto vivía alguna situación que la devolvía a la realidad de que esos acercamientos no eran reales y que él seguía con sus historias por detrás. Así estuvieron años. Habían vuelto a tener un nuevo acercamiento, habían hecho planes con el niño y hablaban sobre si ir a una boda de un amigo común. El pequeño vino un día hablando de una amiga de su papá que estaba en la comida con los abuelos paternos. Ella tomó conciencia de que estaba “tirando” cuatro años de su vida,y que aunque él seguiría siendo el hombre ideal para ella, quería avanzar y sentirse bien,estuviera sola en un futuro o no.
DUELO CRÓNICO O CONFLICTIVO
Te estancas indefinidamente en alguna de las fases o algunas de las emociones del duelo, y eres incapaz de avanzar, bien porque no puedes (debido a esas emociones tan intensas y a sus consecuencias), o bien, porque de alguna forma no te interesa o te está aportando algo.
Puedes anclarte en el dolor y la tristeza, padeciendo depresiones de diferente intensidad que cursan con ansiedad y angustia.
En otros casos, te quedas en la ira y el rencor, que a partir de ahora se convertirán en el motor y la justificación para todo, viéndote como la víctima eterna de tu ex-pareja y a veces convirtiéndote a la vez en verdugo.
Aunque no es un caso de “ruptura” te voy a contar el caso de Denise porque encaja con las
características de este tipo de duelo que se ven en las rupturas más que en las muertes.
Denise hizo terapia cinco años después de la muerte de su marido. Creía que él la iba a dejar y ella misma lo había pensado también, cuando enfermó de un cáncer muy agresivo. Decidió acompañarlo en ese proceso y estar con él, hasta que se recuperara o hasta que muriera. Una vez que murió no fue capaz de seguir con su vida. Estaba continuamente pensando en todas las injusticias que había vivido con él y su familia, sentía rabia y mucho rencor, y creía que él “le había marcado ya para toda su vida”. Su vida sexual había sido muy insatisfactoria y no era capaz de plantearse estar con nadie más. Se veía víctima de todo lo vivido y no veía en ella ninguna responsabilidad, en nada de lo que ocurrió en su relación. No era capaz de perdonarlo y siempre acababa hablando de él y de lo desgraciada que era con todo el mundo, incluso con los chicos nuevos que conocía y le interesaban no podía evitar que su experiencia saliera una y otra vez. No quería verse como su madre, que veinte años después de haberse divorciado seguía odiando y hablando de su padre casi a diario. Había conocido a un chico hacía un mes que quería tener con ella una relación estable y ayudarla con sus problemas sexuales. Necesitaba ayuda para “poder pasar página”. Fue un duelo complicado, porque para poder hacerlo bien tenía que enfrentarse a su propia responsabilidad: Cómo había actuado y qué decisiones había tomado en la relación de pareja Que tenía que dejar de ser una víctima y convertirse en una superviviente de lo negativo, para poder avanzar. Aún así, en pocos meses terminó su proceso de duelo y empezó a tomar las riendas de su nueva vida en solitario.
DUELO INHIBIDO O DUELO NO CONCLUIDO
Es posible que no te veas reflejada/o en ninguna de las tipologías anteriores porque tu duelo tiene unas características diferentes.
No es que lo retrases y tampoco es que no hagan el duelo, sino que no haces el proceso como es debido para la resolución de la pérdida.
También puede pasar que no finalices el proceso.
Puede parecerse al duelo retrasado o ausente, pero para mí, tiene otros matices.
Por ejemplo; puedes haber empezado a asimilarlo y sin embargo precipitas la aceptación, auto-obligándote a estar bien.
Has hecho parte, pero no es un duelo bien hecho.
Otra opción, que aunque estás procesando el dolor, te precipitas a nueva relación: Como escape del malestar.
O porque crees que esa nueva ilusión ha cerrado la herida.
Las consecuencias de no terminar adecuadamente el proceso de duelo son muchas.
Según cómo y cuando se haya parado el proceso.
En general se puede decir que si no has tenido tiempo de procesar bien el dolor por la pérdida y esas emociones no han salido a la luz, interferirán y aparecerán de diferentes formas.
Puede ser como altibajos repetitivos y cíclicos, o dificultando futuras relaciones (el vínculo, la confianza, la seguridad, etc.).
Juan Pedro hizo terapia animado por una amiga. Nada más entrar por la puerta me dijo que no creía en esto, que siempre había solucionado yodos sus problemas y no creía que necesitara ayuda sino desahogarse un poco. Su mujer lo había dejado hacía un año y medio. Tenían un hijo de 8 y ahora se lo llevaba a otra ciudad a vivir. Su relación había sido muy conflictiva en los últimos años, pero ambos eran muy religiosos y nunca habían hablado de separarse. Para su sorpresa ella lo propuso un día. A los pocos días se enteró que tenía otra relación, cuando lo habló con ella lo negó y además le dijo que él la había maltratado y que lo había denunciado. No estaba intranquilo con esto porque decía que las pruebas que iba presentar eran falsas y confiaba en poder demostrarlo, pero había vivido un momento muy difícil y tenía miedo de perder a su hijo por influencia de lo que ella dijera. Estuvo mal unos meses, pero tenía un negocio y decidió que tenía que ser fuerte para enfrentarse a todo lo que le venía. No acudía por la separación, de hecho decía estar muy bien solo y empezaba a tener muchas amigas con las que se divertía, aunque ninguna para una relación seria porque era más selectivo y además solía compararlas físicamente con su ex-pareja. Él venía porque no entendía por qué estaba muy bien unos días y de repente se venía abajo, le entraban ganas de llorar, o una ansiedad que le había dificultado ir a trabajar. Pensaba a veces en la relación, en lo que había pasado, pero solía distraerse rápido, veía un poco tonto seguir“machacándose” cuando era una cosa del pasado que ya no podía resolver y que además veía superada. Después de la evaluación decidió enfrentarse a hacer el duelo y llegó a la aceptación de todo lo vivido, y procesó el dolor y la rabia de la pérdida. Llegó hasta el final y eso le hizo volver a encontrarse bien de ánimo, más estable y más positivo. Incluso inició una nueva relación de pareja al tiempo de finalizar la consulta. Vanessa buscó counselling en pleno proceso de separación. Su marido la había dejado, y estaba muy mal. No se lo podía creer, sentía rabia y coraje, pero no tristeza ni dolor. Según ella, eso es así porque seguramente ya no estaba enamorada de él desde hacía tiempo, porque si no le dolería más. Además, no estaba dispuesta a echar ni una lágrima porque él no se lo merecía. Le dije que el dolor a veces aparece más adelante, y que la tristeza no tiene que ser por la persona, sino porque se pierde un proyecto de vida con alguien. En realidad ella venía por problemas de vaginismo. En veinte años de casada se habían adaptado y él nunca le insinuó ir a terapia, pero ella creía que aunque no lo hubiera dicho su problema sexual habría tenido que ver con la ruptura. De la rabia pasó al descontrol, mientras, solucionaba su problema de vaginismo en un tiempo record. Estaba muy motivada y hacía tareas todos los días. Estaba convencida de que había hecho un duelo muy bueno y muy rápido, y aunque le advertí que no lo había completado, se fue con el alta de vaginismo muy contenta y con la expectativa poner en práctica con alguien lo aprendido. Dos meses más tarde volvió a consulta. No le gustaba nadie, no se notaba receptiva y le daba asco que intentaran ligar con ella. Se había enterado que él tenía novia y de repente le había dado un vuelco todo y sólo pensaba en que ojalá él quisiera volver. A la vez sentía rabia y hablaba de que todos los "tíos eran unos cerdos"que iban a lo que iban y que no encontraría jamás a ninguno diferente. Actualmente está haciendo el duelo, y poco a poco va permitiéndose la tristeza y el dolor.
Recomendaciones para iniciar el proceso de duelo
Como te comento a lo largo del trabajo, no hay pautas generales para cualquier paciente en duelo.
Estas sugerencias van a depender de la persona que solicita el acompañamiento, sus características y sus circunstancias.
Una vez dicho esto, intentaré concretar algunas pautas que te van a ayudar más a centraste en ti y te
van a facilitar el duelo.
– “Abstinencia”: No tener contacto durante un tiempo con tu ex pareja, si quieres o debes seguir la comunicación, ya lo haces cuando te encuentres un poco mejor y más fuerte.
– Si es imprescindible algún contacto (por hijos, propiedades comunes, negociaciones), intenta que sea el mínimo y además de la forma que menos malestar te provoque. Por ejemplo; puedes explicarle a tu ex- pareja que durante un tipo necesitas menos contacto y que useis a algún familiar o amigo para facilitar los encuentros y recogidas de los hijos.
Si hablar en persona o por teléfono te crea mucho malestar, quizás sea mejor por notas o e-mails (explicando por qué y que es temporal).
– Bloqueo de información sobre tu ex pareja: A veces necesitas saber del otro/a y preguntas, busca en redes sociales, quedas con amigos comunes.
En otros casos, puede que no busques activamente la información pero te llega por otras personas, incluso por tus propios hijos que si son pequeños lo cuentan todo.
Habla con los demás para que durante tiempo no te hablen de esa persona, y cortar a hijos y conocidos o cambiar el tema.
Tiempo de duelo primero, amigos después: En muchos casos las relaciones no acaban mal, y la persona que abandona, movida, en parte por la culpa o el miedo, a sus consecuencias, no para de llamar, se preocupa y pregunta continuamente.
Tiempo de duelo primero, amigos después
Explica que necesitas estar un tiempo tranquilo/a y que más adelante, cuando estés mejor, puede que tengáis una relación más cordial.
Resuelve lo que puedas y necesites , deja para más adelante lo que no sea muy importante ni urgente.
Es probable que sientas que necesitas terminar con la separación cuanto antes.
Tienes la necesidad imperiosa de descuidar, ya que no quieres saber más nada de tu ex-pareja, resolviendo en un tiempo récord, con propiedades repartidas, todos los objetos personales entregados, papeles, abogados, etc.
Seguramente hay muchas de estas cosas que sean inevitables, incluso buenas para asimilar la pérdida, pero personalmente a veces veo situaciones de extrema “urgencia” en un momento donde tú puedes estar confundida/o y no eres capaz de tomar buenas decisiones.
Prioriza lo que sea muy importante para ambas partes, y conforme te vayas encontrando más fuerte, vete haciendo el resto de tareas pendientes.
El proceso de duelo por separación, Técnicas para superarlo
Antes que nada, añadir que en el duelo complicado es muy difícil salir adelante sin acompañamiento y ayuda terapéutica.
Aunque, puedes tomar las anotaciones que te propongo y ponerlas en práctica. Con ayuda va a ser siempre más fácil y eficaz.
¿En qué te puede ayudar la terapia o el acompañamiento , Counselling?
1.Ayudar a hacer real la separación
Una de las primeras reacciones que te vas a encontrar es la negación de la pérdida, una sensación de irrealidad, de sopor te invade y necesitas de un periodo de tiempo indeterminado, para aceptar y comprender que la relación ha terminado y es irreversible.
Las soluciónes a través del Counsellor para esta tarea serían:
– Promoviendo que hables de lo sucedido.
Se hacen preguntas como: ¿qué ha sucedido?,¿Quién decidió tomar la iniciativa?, ¿Cuáles han sido las circunstancias? ¿En qué términos habéis quedado? etc.
Si consigues expresarte, estás dando un paso importante para ayudater a aceptar lo ocurrido. Te vas a ir haciendo consciente de la situación en la que te encuentras.
Vas a encontrar apoyo y escucha que es lo que necesitas en estos momentos.
2. Incorporar la palabra “separación o ruptura” al relato
En relación con la facilitación del relato de lo sucedido, hay que valorar si tienes incorporadas esas palabras o por el contrario las evitas o sustituyes.
Si es así, el counsellor o terapeuta, será quien vaya incorporándolas al discurso, usando el tiempo verbal pasado, para facilitar la asimilación de la realidad de la pérdida.
Cuando vives una situación de pérdida, pueden aflorar fuertes sentimientos que nunca antes habías experimentado e incluso que no reconoces; puedes llegar a tener la sensación de estar “volviéndote loco/a” por el dolor y el sufrimiento emocional que sientes.
Hay que tratar de:
-
– Ayudar a identificar y validar los sentimientos positivos y negativos.
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– Ayudar a expresar y ventilar las emociones.
-
– Dar información para normalizar sentimientos y emociones.
Aunque puedes encontrar cualquier tipo de sentimiento (tristeza, enfado, culpa , auto-reproche, ansiedad,soledad, fatiga, impotencia, shock, anhelo, emancipación, alivio, insensibilidad…).
Los más problemáticos suelen ser:
Enfado en estas situación de pérdida, sobre todo, de tu vida como la concebías, te sientes enfadada/o con el mundo, impotente ante la situación, y esta emoción puede ser dirigida hacia familiares e incluso contra ti mismo/a, ejecutando conductas auto-lesivas.
Hay que reconducir este sentimiento y sondear las conductas auto-lesivas y/o suicidas.
Las técnicas que se utilizan son:
-
Preguntarte por las cosas positivas y negativas de tu ex-pareja, o por las cosas que echas de menos.
-
Explorar las conductas auto-lesivas mediante preguntas como ¿te encuentras tan mal que incluso has pensado hacerte daño? También a través de cuestionarios estandarizados.
-
Realización de tests estandarizados para detectar depresión o distimia.
Culpa Este sentimiento es bastante común, dado que está presente en tu vida cotidiana y forma parte de la cultura.
Puede aparecer en cualquier momento de tu vida y es uno de los sentimientos más frecuentes ante la separación.
Podemos diferenciar distintos tipos de culpa:
Culpa irracional: es la más común, en este caso puedes utilizar como técnica la confrontación con la realidad, consiste en preguntarte ¿qué fue lo que aportaste o dejaste de aportar en la relación?, de manera que vas expresando todo lo que hiciste por mantener la unión.
Esta técnica se puede materializar mediante preguntas como: ¿qué hiciste…?,¿qué más hiciste…?
Sentimiento de culpa racional: se puede dar el caso en que te sientas realmente culpable de la situación (ej: infidelidades, malos tratos…).
Esta problemática es más difícil de trabajar y hay que utilizar técnicas psicológicas específicas como reestructuración cognitiva,terapia de grupo…
Es recomendable analizar la intencionalidad de tu conducta, ¿qué es y de dónde surge el sentimiento de culpabilidad?...
Ansiedad Frente a una nueva situación donde se rompe la estructura de tu vida a todos los niveles, pueden surgir muchos miedos y sentimientos de impotencia que te hacen vivir con intranquilidad.
La ansiedad la puedes expresar través de los pensamientos, sintomatología física (ahogo, sudor, palpitaciones,…) y conductas.
Se hace necesario potenciar recursos de afrontamiento y mayor auto-control emocional, puedes optar por trabajar a distintos niveles:
-
– Re-estructuración cognitiva
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– Información de la sintomatología física
-
– Técnicas de relajación. Escucha este podcast
Tristeza, el sentimiento de tristeza en algunas situaciones puedes reprimido según tu entorno social; en este sentido, llorar delante de algunas personas o tus hijos puede resultar difícil.
Desde el asesoramiento a través del psicólogo/a o Counsellor, puedes trabajar este sentimiento:
-
Facilitando el desahogo emocional permitiendote el llanto, dándote tiempo y trasmitiendo respeto y comprensión hacia ti mismo/a.
-
Normalizando la tristeza como parte adaptativa del proceso de duelo.
-
Manifestando lo adecuado de permitirte expresar este sentimiento de tristeza.
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Ayudandote a conocer el significado de la misma y su evolución en el proceso de duelo.
-
Animandote a recuperar (si es el momento) alguna actividad gratificante que antes realizabas (ejercicio físico, escuchar música, leer…).
-
Evitando el aislamiento.
3. Ayuda y re-planteamiento de tu proyecto de vida
Después de la separación hay un proceso de adaptación a la nueva vida.
Esta adaptación va a ir en función del rol que tú y tu ex-pareja teníais asumido .
Puedes sentir que has perdido el pilar fundamental de tu vida, en más de un aspecto: bien porque tu ex-pareja era el que tomaba las decisiones en la familia y/o pareja, era quien resolvía los problemas, quien facilitaba o llevaba la iniciativa en las relaciones sociales… o bien porque tu vida giraba en torno a tu ex-pareja sin tener ámbitos privados (amigos propios, aficiones, trabajo independiente…) que pudieran amortiguar esta pérdida.
De tal manera que, cuanto más dependiente te veas de tu ex-pareja, más te va a costar tomar las riendas de tu vida.
En general, la pregunta a responder es ¿qué aspectos (sociales, económicos, laborales, emocionales…) de tu vida han cambiado desde la separación y la no convivencia?.
Ante este perfil “dependiente” es conveniente sondear ideas y/o actos suicidas (¿has pensado en algún momento hacer algo que te produzca daño? y realizar pruebas específicas).
También tienes que considerar la ayuda especializada para:
– La toma de decisiones, empezando por aquellas que requieran poco riesgo y asegurándote el éxito de las mismas.
Puede servir realizar una lista de tareas que necesites solucionar valorando la prioridad y un seguimiento de las mismas.
Es también útil aplazar decisiones y cambios de vida radicales en este momento, sin dar impresión de incapacidad, las puedes retomar más adelante.
– Evitar el aislamiento, proponiéndote los contactos sociales con aquellas personas cercanas y que te puedan servir de apoyo.
– Entrenándote en la solución de problemas y conflictos interpersonales.
4. Facilitar la re-colocación emocional de la ruptura y re-organización de tu vida actual
Te puedes encontrar con dos situaciones opuestas:
1. Necesidad de encontrar otra persona para poner en el lugar de tu ex-pareja.
2.Auto-castigo y renuncia a la vida, utilizando términos como “nunca más volveré a tener pareja”, “no confío en nadie”…
En estos casos no se trata de sustituir, ya que en la primera situación, puede ser contraproducente retomar rápido otra relación,salir de fiesta… pensando que vas a sustituir la pérdida y evitar el dolor.
Y en el segundo, la sensación de que tu ex-pareja nunca va a poder ser reemplazada, cosa que es cierta, no se trata de reemplazar, se trata de permitirte llenar un vacío.
Sientes que tienes que olvidar cuanto antes a la persona que te ha hecho tanto daño, cosa a mi parecer imposible.
Por lo tanto, partes de una idea equivocada.
Según Neimeyer (2002), quizá lo más acertado sea que la separación transforma la relación, en lugar de ponerle fin, sobre todo cuando hay hijos de por medio.
Se trata de trabajar en esta línea poniendo a la ex-pareja en el lugar que le corresponde, utilizando el recuerdo de manera tranquila, sin sufrimiento, y dándote una oportunidad sin prisa.
Otros aspectos a tener en cuenta son:
– El tiempo para elaborar el duelo, se trata de un proceso gradual, que es diferente en cada persona.
– Atención a los momentos y fechas más importantes.
Anticipar determinados acontecimientos, ya que durante el primer año vas a pasar por todas las fechas importantes y pueden ser momentos duros (cumpleaños, aniversarios, fiestas, vacaciones…)
– Normalizar y legitimizar los síntomas que presentas.
– Evitar posibles estilos de afrontamiento poco sanos (alcohol, drogas…)
– Asesoramiento para identificar patologías , ya sea al inicio o durante el proceso.
Trabaja y actúa en tu proceso de duelo.
Practica la resilencia y el auto-compromiso, puedes mejorar mucho:
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Cambios positivos en tu autopercepción: sentirse más fuerte, sabio/a,madura/o.
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Más independiente.
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Más capaz de enfrentar otras crisis.
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De comprender mejor a los demás.
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Sentirte más paciente, tolerante, empático/a y en paz.
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Ser más capaz de expresar emociones, pensamientos y sentimientos.
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Reforzar los lazos familiares y con los amigos.
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Tener experiencias más profundas y positivas con la red social de apoyo.
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Ver la vida con más optimismo y esperanza facilitan el afrontamiento.
Incluso sin matrimonio de por medio. Muchos piensan que en unos meses lo tendrán superado. Pero es un proceso más largo, con idas y venidas.