Tabla de contenidos
1. INTRODUCCIÓN
Si hay algo que atormenta a una madre ante una separación de la pareja , es el daño que este hecho puede causar a sus hijos/as. Todo ello aumentado con la realidad inquietante de tener que separarse también de ellos/as.
Sin duda los miedos que como madre puedas tener son comprensibles y el posible daño o trauma que puedan sufrir tus hijos/as se puede dar.
Aunque una buena actuación por parte de los/las padres y madres puede hacer que sus hijos/as pasen esta experiencia vital sin daños y con un aprendizaje para su vida adulta.
Es de esto de lo que quiero hablarte en este artículo y para ello te traigo información valiosa sobre cómo distinguir el trauma del duelo y además herramientas que te ayudan a conocerte para ayudar a tu hijo/a y evitar que te sientas abrumada.
2. ¿CÓMO SE IDENTIFICA Y DIFERENCIA EL TRAUMA DEL DOLOR?
Si algo es cierto es que en una separación va a aparecer el dolor, es algo natural en nuestra vida que no podemos eludir, aunque el trauma no necesariamente tiene que producirse.
Tú como madre tienes que permitir a tu hijo/a que sienta y libere esa emoción que puede llegar a ser muy intensa.
¿Cómo consigues esto?
Mi recomendación es que lo hagas de una manera natural. Hablando de forma tranquila, no sintiendo miedo a tus reacciones ni a las de tu hijo/a.
Creando a su vez un entorno seguro para poder expresaros sin limitaciones.
El dolor debe sentirse como algo “real” y presente, que no se puede eludir.
El duelo, se va transitando a través de diferentes etapas, alternando el dolor, la tristeza y la búsqueda del equilibrio.
Cuando hablamos de trauma, en cambio, el dolor parece “irreal”, como si fuera otra persona la que lo siente.
En el trauma, la mayoría de ocasiones no puedes hablar con tu hijo/a del suceso porque se muestra agresivo/a, elude la conversación, le quita importancia.
Siguiendo la vida como si no hubiera pasado nada.
En este caso, le resulta muy difícil asimilar los sentimientos y las imágenes que experimenta, aunque sea a lo largo del tiempo.
Se acumulan y se quedan atrapadas y entumecidas las emociones sin posibilidad de liberación, sufriendo una impotencia que no pueden manejar y una pérdida de seguridad.
3. ¿COMO SINTONIZAR CON LAS NECESIDADES Y RITMOS DE TU HIJO/A?
Para poder prevenir o minimizar el trauma es importante que atiendas a tus propios sentimientos y emociones.
Cuando hables con tu hijo/a tienes que estar lo más tranquila posible. Sé lo difícil que es. Aunque más adelante te propongo un ejercicio con mi acompañamiento para conocerte y lograr esa tranquilidad.
Un truco que a mi me funciona muy bien es evitar la preocupación pensando que mi hija es resistente y nada es para siempre.
Tienes en tu mano el poder apoyarle de manera apropiada y así poder evitar el trauma en la separación o por lo menos minimizarlo.
De mi años de experiencia si de algo estoy convencida es de que la capacidad para sanar es innata y tu rol de adulta es simple:
“Ayudar a tu hijo/a a acceder a esa capacidad”. Tu meta es minimizar los sentimientos de miedo, culpa, rabia, abandono e impotencia que tu hijo/a experimente o haya experimentado.
He dicho simple, que no quiere decir que sea sencillo ni rápido.
Un secreto y buen antídoto que yo practico y perfecciono a diario es atender a mis propias respuestas, necesidades y emociones.
Doy tiempo a mis respuestas corporales y pensamientos antes de estresarme, regañar o sobreproteger.
Como te comentaba antes para facilitar tu autoconocimiento y autorregulación te propongo un ejercicio para que así comprendas la importancia de experimentar tanto las sensaciones cómodas como incómodas. Tolerándolas y monitorizándolas de forma progresiva.
1. Piensa en un suceso que te ocurrió y fue angustiante para ti de manera inesperada.
- ¿Cuáles eran algunas de las sensaciones que sentiste y dónde? Por ejemplo: Sentí un escalofrío por la espalda.
- ¿ Te latía con fuerza el corazón?
- ¿Te mareaste?
- ¿Se te hizo un nudo en la garganta o en el estómago? Y cuando el peligro terminó y sentiste que estabas a salvo…
- ¿Cómo se transformaron o cambiaron de manera gradual las sensaciones? Quizás te diste cuenta que podías respirar con más facilidad o sentiste un hormigueo o vibración a medida que tus músculos se comenzaron a relajar.
Toda esta información anótala en un cuaderno para tener a mano la información que tu cuerpo te está dando.
Este ejercicio también lo puedes hacer con eventos felices y de importancia para tí.
La realización de esta actividad requiere que te encuentres en un entorno seguro.
A veces puedes tener la necesidad de una guía. Lo puedo intuir ya que varias personas me han pedido mi acompañamiento.
Por eso he decidido hacer un grupo en Telegram, para compartir ejercicios como este y muchos más y poder tener mi acompañamiento gratuito.
El hacer estas actividades te van a ayudar a notar tus emociones y profundizar en tu consciencia de forma segura.
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Después de cuidarte tú, tu hijo/a debe ser la máxima prioridad. Debido a su estado de dependencia y sus necesidades de desarrollo, los/las niños/niñas son más vulnerables.
Puedes amortiguar el choque de la separación al preparar a tus peques de manera conjunta, hablando con ellos/as con honestidad y formulando con consciencia lo que quieres decir para reducir el impacto.
Necesitas entender las respuestas físicas y emocionales de tu hijo/a mediante un apego seguro, aunque antes tienes que conocer las tuyas.
Accede al grupo de Telegram, para tener mi acompañamiento gratuito.